Por Carlos García Moreno
En
1968, George A. Romero marcó el
inicio del subgénero de zombies con su ópera prima La Noche de los Muertos Vivientes.
A
partir de ese entonces, han surgido una cantidad de películas del mismo género
que van desde unas muy malas como las adaptaciones del videojuego de
PlayStation, Resident Evil, hasta
otras muy logradas entre las que destacan: Dawn
of the Dead (1978) y su remake del mismo nombre en el 2004 dirigido por Zack Snyder (el cual podría decirse que
fue el creador de los zombies inteligentes); el apocalipsis de Danny Boyle en 28 Days Later (2003), así como su secuela 28 Weeks Later (2007); el contagio dentro de los departamentos en Rec (2007) y Rec 2 (2009); los zombies/vampiros en Soy Leyenda (2007); la infección de un pueblo en The Crazies (2010); comedias como Brainhead (1992), Zombieland (2009) y Warm
Bodies (2013); el homenaje de terror en The
Cabin in the Woods (2012); incluso hasta llegar a la exitosa serie de
televisión The Walking Dead (2010-????);
entre otras cosas.
Como
verán, el motivo o tema principal de la mayoría de las películas de zombies es
únicamente la supervivencia…, nada más; sobretodo porque las historias que
vemos en éstas, se basan desde la perspectiva de una o de un grupo de personas
normales ante ese tipo de situaciones para que, asimismo, nosotros nos podamos
identificar con los personajes. Sin embargo, exceptuando a Soy Leyenda (2007), ninguna película de este subgénero se había
enfocado en resolver cuál fue la causa que provocó la amenaza mundial.
La
trama se centra en Gerry Lane, un investigador experto de la ONU, el cual, es
el encargado de evitar el fin de la humanidad cuando ésta es atacada por un
virus.
Guerra Mundial Z es
el engranaje que faltaba en las películas de zombies, ya que su tema principal
es sobrevivir, sí, pero ante todo, buscar la causa que género la infección para
crear una cura y detener la pandemia; algo que, como lo dije, sólo Soy Leyenda (2007) lo había hecho, pero
que aun así dejó algunas respuestas en el aire.
Por
otro lado, la temática de Guerra Mundial
Z nos acerca más a lo que es la verdadera historia de Resident Evil (no de sus adaptaciones al cine), llevándonos a lo
largo y ancho del mundo en busca de respuestas. Además, contiene secuencias
memorables de inicio a fin cargadas de muchísima tensión y acción, incluso
hasta de terror, por lo que aporta un plus a la película; tomando también en
cuenta la música, los efectos y lo visual (si se puede, véanla en 3D).
Conforme
al reparto, Brad Pitt hace una buena
actuación y demuestra que es capaz de llevar una película de este tamaño por su
cuenta, transmitiéndonos esa ansiedad y angustia del personaje. Y aunque en
ocasiones, el actor haya hecho películas en las que agrega mucho de sí mismo a
sus interpretaciones, la verdad es que últimamente lo ha hecho bastante bien.
¿Cuál
es mi problema con la película? Solamente que, en mi muy particular punto de
vista y tomando en cuenta todo el producto, tal vez pudo haber quedado un poco
mejor “esa escena” de la parte final…, ya me dirán si me equivoco o no, pero
cuando llegue la secuencia lo sabrán. Además, el lazo que existe entre el
personaje principal y su familia, no es muy convincente y se siente un poco de
sobra. Aun así, no es nada que le pueda afectar al 95% de todo el filme.
Para
finalizar, Guerra Mundial Z de alguna
forma logra hacer que los zombies nos vuelvan a dar “miedo”, algo que no todas
consiguen debido a la cantidad de películas que se han hecho de estos
personajes, desde hace más de 40 años. Estamos ante el complemento perfecto que
necesitaba este subgénero, y por ser una historia inteligente, innovadora y
aparte la de más presupuesto para este tipo, se convierte en una las mejores
películas de apocalipsis zombie...
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