Por Carlos García Moreno
Todos sabemos que la principal
regla para intentar hacer reír con algún tipo de chiste es jamás contarlo dos
veces a la misma persona, o de lo contrario, la gracia quedará anulada. Y sí,
aunque esto suene como un razonamiento lógico que sobra decir, es algo que la
industria cinematográfica estadounidense aún no ha podido entender al momento
de realizar la gran mayoría de sus comedias y exhibirlas al público, repitiendo
una fórmula que generalmente suele resultar más absurda que chistosa debido a
la falta de ideas creativas para establecer un guion, o por el simple motivo de
no querer ir en contra de los pensamientos de una sociedad sumergida cada vez más
en aquello que llaman “corrección política”.
Sin embargo, para la fortuna
de los espectadores, nunca faltarán las personas que se dediquen a buscar
nuevos planteamientos para sus historias sin que las cuestiones de tinte político,
social o personal impidan expresar el propósito que nos reúne y para el que fue
creado el apartado de la comedia, el cual, es entretener ridiculizando nuestros
defectos y situaciones de la vida cotidiana, así como los diversos elementos culturales,
raciales o de género que nos asemejan en el entorno de una sociedad.
A partir de este paradigma
nace Buenos Vecinos, película protagonizada
por Seth Rogen y Zac Efron, cuyas pretensiones no son más
que las de hacernos reír mediante una propuesta de suma originalidad,
alejándose del estereotipado que ha marcado en los últimos años a la comedia
cinematográfica del país de las barras y las estrellas.
Neighbors se centra
en Mac y Kelly, una pareja de treintañeros que recién
compraron una casa para vivir en las afueras de la ciudad con su pequeña hija. A pesar de su
prodigiosa vida familiar, la joven pareja ha perdido el sentido de la diversión
a causa de la etapa de adultez en la que ambos se encuentran, pero sus vidas
cambian repentinamente cuando descubren que los miembros de una fraternidad se
han mudado a la casa de junto. Con el propósito de no enemistarse con sus
nuevos vecinos, Mac y Kelly deciden entablar una buena relación con Teddy –el
carismático líder de la fraternidad–, pidiéndole el favor de no hacer demasiado
ruido por las noches. Teddy acepta la petición de los padres con la condición
de que ellos cumplan con la promesa de nunca llamar a la policía; pero cuando
Mac se retracta de su palabra debido a una estruendosa fiesta y avisa a las
autoridades, surge una despiadada guerra que hará la vida imposible a cada
bando para que solo uno se vaya del vecindario.
Es evidente que gran parte del
excelente funcionamiento del filme se debe a dos puntos importantes.
Primeramente, porque el guion de los debutantes Andrew J. Cohen y Brendan O’Brien
construye –bajo la dirección de Nicholas
Stoller– incontables chistes, gags, referencias –mención a la fiesta
temática de Robert De Niro– y diálogos
sumamente divertidos e inteligentes que van desde lo simpático hasta lo gamberro,
complementándose en una historia acerca de los choques generacionales entre la
juventud y la madurez. Asimismo, el desarrollo de los personajes es
sobresaliente, lo cual significa que el argumento no se limita a tratarlos
únicamente de manera superficial, sino que consigue profundizar en sus vicios y
debilidades para que la audiencia pueda identificarse con ellos y así entender las
motivaciones de cada uno de los lados.
En el segundo punto destacan
las buenas interpretaciones que ofrece el elenco de la película, siendo Zac Efron la sorpresa más afortunada al
quitarse la faceta de Disney y entregarnos una de las actuaciones más
interesantes de toda su carrera; sin olvidarnos también de la siempre cumplida Rose Byrne, ni mucho menos de Dave Franco, quien ha aumentado su talento como actor desde su
aparición en Comando Especial (2012)
junto a Jonah Hill y Channing Tatum.
Conforme al protagonista, el
papel recae sobre las manos de Seth
Rogen, conocido por tener mayores detractores que amantes de su sarcástica
comedia. No obstante, el intérprete se mantiene a flote y realiza un papel particularmente
decente si lo comparamos con sus nefastas participaciones en otros filmes. Sí, es
cierto que está el típico humor absurdo que tiende a utilizar, pero nada que
pueda hacer para opacar en lo mínimo la calidad cómica que posee la cinta.
Por otra parte, el trabajo
técnico es bastante logrado pese a su bajo presupuesto, conteniendo modestos
efectos de producción y un distinguido soundtrack
que ayudan a que el ritmo se torne emocionante con las épicas fiestas
realizadas por la fraternidad.
Al final, Buenos Vecinos promete todos los
recursos para que la audiencia pueda reírse en más de una ocasión con las divertidas
ocurrencias de los personajes que aparecen en pantalla, aunque es posible que
los chistes funcionen mejor para quienes tengan algunas referencias previas sobre
la cultura popular moderna. De todas maneras, eso no quita que la película sea una
satisfactoria comedia hilarante, con un argumento atractivo y original que
podrá disfrutar hasta el espectador más exigente…
_________________________________
Título original: Neighbors
Director: Nicholas Stoller
Actores: Seth Rogen, Zac Efron, Rose Byrne, Dave Franco
Guion: Andrew J. Cohen, Brendan O’Brien
Fotografía: Brandon Trost
Música: Michael Andrews
Género: Comedia
Año: 2014
|
Comentarios[ 0 ]
Publicar un comentario