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Por Carlos García Moreno
En los últimos años, el
universo cinematográfico de los X-Men ha sido seriamente cuestionado, tanto por
problemas argumentales relativos a la línea temporal en las que se han ubicado
sus películas, así como la confusa e imprecisa “relación” que existe entre cada
una de ellas; esto sin mencionar su tibia traslación del cómic a la pantalla
grande. Y es que, a pesar de los buenos intentos para revitalizar la franquicia
y poder darle coherencia a dicho asunto –tales como X-Men: Primera Generación (2011) y Wolverine Inmortal (2013)–, ningún filme se había encargado
exclusivamente en la reparación de los daños y discordancias narrativas que,
mayoritariamente, se aportaron en X-Men:
La Batalla Final (2006) y X-Men
Orígenes: Wolverine (2009) tras la salida de Bryan Singer en la dirección, siendo este último el que llevó las
riendas de la primera y segunda parte de la trilogía de los 2000’s y que
abandonó la conclusión de la misma debido a su preferencia por dirigir la
decepcionante adaptación de Superman
Regresa (2005).
Ahora, el objetivo de
conectar la extensa saga fílmica mutante vuelve a recaer en las manos de Bryan Singer, quien además, no sólo
tiene la misión de corregir los errores de continuidad que han acompañado
durante el pasado a los X-Men, sino que también la de seguir la ruta iniciada
por Primera Generación –debido a su
grata aceptación que hizo recobrar la confianza al público y los medios
especializados–, y asimismo, lograr entrelazar a los mutantes que salieron en
la primera trilogía con sus respectivas versiones jóvenes, utilizando como
propósito a uno de los impresos con mayor popularidad y circulación entre los
aficionados del mundo de los cómics: Days
of Future Past.
La trama fílmica de X-Men: Días del Futuro Pasado nos sitúa
en el año 2023, un futuro distópico y violento en donde los mutantes se ven al
borde de la extinción después de que el gobierno da luz verde al proyecto de
los Centinelas: robots creados para cazarlos a razón de la “amenaza mundial” que suponen para la sociedad humana. Este acontecimiento provocará una cruel
contienda de supervivencia para los mutantes que sólo podrá ser evitada
alterando los sucesos ocurridos en el pasado. Sin embargo, aunque las
posibilidades de arreglar el futuro son mínimas, también representa la única
opción, por lo que Wolverine será enviado hacia 1973 con la intención de
encontrarse y reunir a sus semejantes jóvenes –Xavier y Magneto– para tratar de
poner fin al conflicto al que están expuestos, antes de que sea demasiado
tarde.
Aunque seguramente habrá
aficionados que queden inconformes por las múltiples diferencias respecto de la
historieta original de Marvel, si nos referimos únicamente a Días del Futuro Pasado como mera adaptación y no en el porte de fidelidad,
lo que nos ofrece la nueva película de los X-Men es algo excepcional. Bryan Singer aprovecha la trama del
filme para explotar a su conveniencia las alteraciones temporales mediante arcos dramáticos de suma intensidad, logrando cambiar radicalmente los elementos fallidos en las anteriores entregas y abriendo nuevos caminos para el futuro de la saga; situación que, por cierto,
nunca se había planteado en un filme de superhéroes.
En lo que concierne al
impreso, debemos tomar en cuenta que los cambios marcados para su adaptación
cinematográfica se hicieron de acuerdo a lo mostrado solamente en la
franquicia, a causa de otorgarle mayor credibilidad a la narración de la
historia y no caer así en el error señalado. Por ejemplo, en el cómic, quien
realiza el viaje al pasado es el personaje de Kitty Pryde a través de los
poderes de Rachel Summers (híja de Cíclope y Jean Grey), misma que tiene la
habilidad de trasladar en el tiempo la conciencia de cualquier individuo
siempre y cuando éste haya vivido en la época pretendida, mientras que, en el
universo de la película, se decidió que el viajero fuera Wolverine debido a que
Kitty Pryde –interpretada por Ellen Page–
no había nacido para ese momento, por lo que su presencia en el pasado sería
injustificable.
Asimismo, el guion consigue
sumar puntos de veracidad al utilizar la atmósfera del nuevo universo de los
X-Men para fusionarla con el contexto político e histórico que se vivió en los
años '60 y '70: desde el asesinato del presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy que involucra a
Magneto, hasta la intensa batalla entre mutantes que surge en los Acuerdos de
Paz en París sobre los conflictos de la Guerra de Vietnam, además de la incorporación de Richard Nixon y su
relación con el proyecto de los Centinelas.
Por otra parte, como lo
tratado en Primera Generación (2011),
la historia de Días del Futuro Pasado
nos permite adentrarnos una vez más en la complejidad humana desde la
psicología de dos personajes opuestos: Charles Xavier y Magneto. El duelo
producido por las versiones pasadas de los personajes da como resultado una
disputa épica de ideologías conforme al bien común, es decir, la razón sobre la
convivencia en sociedad entre mutantes y humanos queda al aire cuando éstos
exponen sus motivos y reflexiones sobre la mesa. Claro está que, lo anterior,
no podría funcionar en su totalidad sin la capacidad actoral de los intérpretes
de Magneto –Michael Fassbender e Ian McKellen (futuro)– así como del
Profesor Xavier –James McAvoy y Patrick Stewart (futuro)–, siendo por
demás que perfectas sus actuaciones al reflejar y coordinar exactamente las
pretensiones de cada uno en sus diferentes representaciones.
De igual forma, no podemos
olvidarnos del papel protagónico realizado por Hugh Jackman, cuya excelente interpretación nos vuelve a confirmar
que está más que decidido que sólo él puede ser Wolverine, sin mencionar el
carisma y la seriedad utilizada por el histrión para lidiar con diferentes
situaciones. También, nos encontramos con una estupenda elección del actor de Game of Thrones, Peter Dinklage, para dar vida a Bolivar Trask: creador de los
Centinelas con intenciones malignas y perversas para los mutantes. Conforme a
Mystique, Jennifer Lawrence nos
brinda a un personaje con mayor diversidad emocional e importancia narrativa,
siendo ella el factor primordial que conlleva la historia. Y en el caso de
Quicksilver (Evan Peters), aunque su
presencia es corta, ésta termina siendo indispensable para cierto momento,
protagonizando así una de las mejores secuencias de la película con precisos destellos de humor.
Pero no sólo es su cuidado
argumento, ritmo y equilibrio de personajes lo que reúne Días del Futuro Pasado, pues la cinta también contiene
espectaculares escenas de acción con increíbles efectos visuales, en donde
podemos ver en su máximo esplendor tanto el poderío de Magneto al levantar un
estadio gigante, tanto el de los nuevos mutantes al pelear contra los
Centinelas, tales como Bishop, Sunspot, Blink y Warparth, junto a los que ya
conocemos como Iceman, Beast, Storm, Kitty Pride, Colossus y Wolverine. No obstante, aunque la figura principal de la historia es Hugh Jackman, el peso de la acción no recae en las manos de su
personaje, por lo que la expectativa nos dejará con las ganas de querer ver más
de su potencial violento.
Respecto a las cuestiones de
producción, la estética del filme es sumamente relevante en su elaboración y
ambientación. Es así como tenemos a Centinelas con un diseño aterrador e innovador, escenarios setenteros y post-apocalípticos, y un score compuesto por
John Ottman que nos lleva hacia unos
últimos compases que expresamente nos recuerdan a los minutos finales de Inception (2010). Pese a ésto, la
utilización del formato en 3D no agrega ningún plus a favor, siendo innecesario
para apreciar el deleite visual que nos proponen.
En definitiva, lo que Bryan Singer consiguió en la nueva
historia de los mutantes no es de verse todos los días, pues estamos ante el
crossover más grande que se haya realizado en alguna película de superhéroes, y
el hecho de que el director hiciera funcionar un proyecto que parecía
imposible, no sólo resulta en la corrección de todos los errores importantes que se hicieron en el pasado
para abrir la posibilidad de expandir la franquicia a futuro, sino que,
principalmente, convierte a Días del
Futuro Pasado en la mejor y más oscura entrega de los X-Men que habíamos
estado esperando hasta la fecha…
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Título original: X-Men: Days of Future Past
Director: Bryan Singer
Actores: Hugh Jackman, James McAvoy, Michael Fassbender,
Jennifer Lawrence
Guion: Simon Kinberg, Matthew
Vaughn, Jane Goldman
Fotografía: Newton Thomas Sigel
Música: John Ottman
Género: Drama, Acción,
Fantasía
Año: 2014
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Oigan deberian poner la opcion de compartir en fb o twitter, sus criticas son muy buenas pero creo que no tienen el auge que deberian por que no tienen estas opciones en las plataformas mas famosas de la red, bueno tambien habria que considerar si ese es un objetivo que tienen o si no les importa eso. Saludos
ResponderEliminarHola Monserrat, precisamente acabamos de abrir nuestras redes sociales, por lo que te invitamos a que nos sigas día a día con nuestras actualizaciones mediante el Facebook oficial: https://www.facebook.com/cinexionofficial, así como por Twitter en: https://twitter.com/CinexionOficial. Y muchas gracias por comentarnos, saludos.
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